Allá en lo alto, los pájaros,
aves tiernas en su altivez tiñen la tierra viváz
convulsa, más bien
arrancan de sus alas el cemento, lastre de todo pensamiento que se resiste a planear sobre la idea
cuando el silencio mata por ser tan estremecedor, la palabra arranca la duda y sus grandes ojos de mundo encierran una libertad que no se queja por tener barrotes que delimitan sus alas
aún asi, desde la cordillera que atraviesa el espejo milenario del alma humana
trata de hacer revolución
no para cambiar el mundo
sino para revolucionar si propio espíritu
ya quemaste la palabra muerta
botaste sus cenizas a la chimenea
pero la idea
la idea viva no muere con el hombre
por eso aún hoy se manifiesta el deseo de arrinconar a los ídolos y quitarles sus vestigios de oro
que sorpresa se llevarán aquellos que aún creen en el oro
después del hombre, esta la idea
y de ésta vendrá la semilla, que llena de altivez crece, su alimento es la conciencia del cambio, su sed es el río hecho animal
pq como fiera arranca lo falso
vamos de nuevo,
alimenta este edén, con todas sus monjas y demonios
Yo te saludo
amén